lunes, 11 de abril de 2011

El juez instructor del Tribunal Supremo Alberto Jorge Barreiro ordenó el lunes la apertura de un juicio oral contra el magistrado Baltasar Garzón por algunas de las escuchas ordenadas en la causa sobre la trama de corrupción Gürtel.

El juez deja el caso preparado para la celebración de un juicio oral, que podría tener lugar antes del verano, según fuentes judiciales.
En un auto conocido el lunes, el juez Barreiro señala que los hechos de los que se acusa a Garzón podrían ser constitutivos del delito continuado de prevaricación y del delito de uso de artificios de escucha y grabación con violación de las garantías constitucionales, por ordenar espiar en febrero de 2009 a los abogados del caso Gürtel cuando se entrevistaban con los principales acusados de la red.
El instructor decretó la apertura del juicio oral tras rechazar en otro auto la práctica de una nueva diligencia de petición de testimonio que había solicitado Garzón, por considerar que en este caso ya está todo investigado y los plazos finalizados.
A partir de ahora, el tribunal podrá fijar la fecha del juicio en el momento que reciba los escritos de la acusación y de la Fiscalía - que ya se pronunció en contra de la vista oral -, y en los que se debe especificar la condena que piden para el imputado.
Los escritos de acusación deberán presentarse en un plazo de tres días, dijo el auto.
El juicio por las escuchas del caso Gürtel sería el primero en sentar en el banquillo de los acusados al juez Garzón, que tiene otras dos causas abiertas en el alto tribunal.
El Supremo decidió el año pasado proceder contra el juez en contra de la opinión de la Fiscalía, que estimó que la orden de Garzón había permitido comprobar que existía una trama de corrupción que presuntamente pagaba a cargos públicos a cambio de favores empresariales.
El Tribunal Superior de Justicia de Madrid, que investiga el caso Gürtel tras la inhibición de Garzón, anuló por "ilícitas" algunas conversaciones grabadas en la cárcel entre los abogados y sus defendidos.
El caso Gürtel, en el que se investiga a decenas de personas, ha salpicado a altos cargos del Partido Popular por haber obtenido supuestamente dinero y regalos a cambio de adjudicar cuantiosos contratos a empresas dirigidas por Francisco Correa, encarcelado como presunto jefe de la trama.
Además de la causa de las escuchas, el magistrado tiene abiertas otras dos en el Supremo: una por los ingresos que percibió del banco Santander durante una estancia docente en Nueva York y otra por investigar los crímenes del franquismo, caso para el que también se ha ordenado la apertura de juicio oral, sin que por el momento haya fecha para el mismo por estar recusados varios jueces por parte de Garzón.
El conocido juez, que ha instruido en la Audiencia Nacional numerosas causas de terrorismo y crímenes contra la humanidad, se encuentra suspendido cautelarmente de sus funciones en el tribunal mientras se aclaran los procesos abiertos en su contra en el Supremo, y trabaja como asesor del Tribunal Penal Internacional de La Haya.

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