En unas excavaciones, realizadas recientemente en un suburbio a las afueras de Praga (República Checa), se han localizado los restos del que podría ser uno de los primeros homosexuales de la prehistoria.
La forma en que se encontraba enterrado y los ornamentos que lo acompañaban, parecen indicar que se trataba de un hombre que, ya por entonces, era considerado mujer o transexual.
En aquella época, a los hombres se les enterraba sobre su costado derecho y mirando al oeste, acompañados de utensilios de guerra como lanzas, cuchillos o cualquier otro arma o herramienta de la época y algunas porciones de alimento y bebida para el trayecto. Sin embargo, las mujeres eran enterradas sobre su lado izquierdo y con la cabeza mirando hacia el este.
Con ellas se enterraban collares hechos con dientes de animales, pendientes de cobre, jarras y/o utensilios de menaje, así como un recipiente en forma de huevo que era colocado cerca de los pies.
Los restos encontrados por el equipo de la arqueóloga Kamila Remisova Vesinova y que datan aproximadamente de hace unos 5.000 años, pertenecen a un hombre, pero estaba colocado sobre su lado izquierdo, mirando hacia el este y acompañado de menaje en lugar de armas.
Desde el genial blog Paleofreak, y referenciando a una entrada de John Hawks, se pone en duda que los restos encontrados sean de un "cavernícola gay". He de admitir que, por la parte que me toca, estoy de acuerdo en lo de que no es acertado denominar como "cavernícola" ya que "(...) el cavernícola es un estereotipo popular más que un concepto científico (...)" y de ahí que en esta entrada me haya referido a él (y entre interrogantes) como "prehistórico".
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